Sin terminar
Esquizofrenia
Desmenuzando sus marionetas de papel, su castillo imaginario comenzó a agrietarse.
Sus heridas de arcilla, solo ella puede labrarlas, drenando por los surcos infinitas lagrimas de azúcar.
LLoran los anillos de su piel, asi como de las cortezas brota la savia y se seca.
El dolor se va disipando, manchando sus pulmones, quebrando sus manos, ajando su carne.
La incertidumbre lavó su sangre silenciosamente.
tenia que revivir el blog
0 silenciosos gritos al respecto:
Publicar un comentario